Cómo ya habréis oído estos días, hoy se cumplen 50 años de la muerte de John Fitzgerald Kennedy, el histórico trigésimoquinto presidente de los EUA, conocido para siempre como JFK. Murió el 22 de noviembre del año 1963 en Dallas a manos de Lee Harvey Oswald.

La figura de JFK ha generado tanta atracción que hay registrados más de 40.000 libros y estudios entorno a su figura. Es probablemente el presidente más popular de la historia de EEUU junto con Abraham Lincoln y los presidentes fundadores, y aparentemente, aunque algunos como Noam Chomsky piensen lo contrario, hubiera dejado tras de sí un mundo mejor del que encontró.

En EEUU capitalizan todo lo que pasa en su mundo, la figura JFK es una figura sacrosanta en la imaginería americana, pero a la vez es un negocio muy lucrativo que dura décadas ya, y no tiene visos de terminar. Cómo decíamos, en Estados Unidos todo tiene su vertiente comercial, y la muerte no es una excepción. Los dos artistas muertos que más dinero recaudan en el mundo son Kurt Cobain y Elvis Presley. Mitos. Que por arte del márketing americano -sin restar mérito a su legado- también se han convertido en mitos en el mundo entero. JFK es a la política lo que Elvis a la música, podríamos decir. Y lo que estos puedan aportar a la economía después de su muerte pasa a ser más importante, al fin y al cabo, que saber qué pasó de verdad…

Pero realmente, qué pasó de verdad? mucho se ha especulado desde el primer día. La comisión Warren determinó que fue Lee Harvey Oswald el autor intelectual y material único del atentado. 50 años después es muy complicado sostener esta teoría, aunque hace un par de años el gobierno americano volvió a reafirmar públicamente que esta teoría era la buena.

Para introduciros en el mundo de la conspiración Kennedy, os recomiendo un documental que quedó semiolvidado después de la arrolladora película de Oliver Stone sobre el tema. Se rodó a finales de los 80 y, en varios capítulos, da visiones muy interesantes y diferentes a las que salen en la película de Stone, o el libro de Jim Garrison en el que se basa.

Antes había habido otro precedente, un pequeño documental de 1978 que rodó la BBC con testigos directos que fueron desapareciendo con el tiempo. La BBC por supuesto no abunda en teorías conspiratorias, pero el valor de estas entrevistas en un tiempo tan cercano al de los hechos es enorme.

Hay material en la red para pasar meses “investigando” el caso. A mi me gusta este pequeño vídeo de Jack Ruby en el que comenta que hay gente implicada en las más altas esferas.

O este otro, una recreación que desmiente la teoría de la bala mágica de una manera muy convincente.

Aunque el mejor, por su valor histórico y lo impactante de las imágenes, es el vídeo de Zapruder, que tiene el mérito, si lo pensamos, de que Abraham Zapruder siguió rodando después de que le volaran la cabeza a Kennedy, en lugar de bajar la cámara y seguir mirando con sus propios ojos, que es la reacción instintiva que seguro tendría cualquier persona normal al oír disparos a pocos metros de sí.

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