Bulls de Jordan. La opinión de Tilio @raulmarc

De acuerdo, no tuve la suerte de ver a los Celtics de Bill Russell, los Warriors de Wilt Chamberlain, los Knicks campeones de 1970 con Willis Reed o los 63ers del Dr. J y apenas recuerdo los Lakers de los 80 con Magic y Jabbar o los durísimos Celtics de Bird. Así que limitándome a los últimos 25 años, que no es poco, me quedo con los Bulls de la temporada 95-96 como el mejor equipo que yo haya visto jamás. Dirigidos por el “Señor de los Anillos”  (Phil Jackson), liderados por el eterno Jordan y secundado por Scottie Pippen, Tony Kukoc, Dennis Rodman, Ron Harper, Steve Kerr, Luc Longley,… consiguieron el récord de victorias en temporada regular (72-10) y alcanzaron el anillo superando a los Sonics de Seattle.

Una de las grandezas de esos Bulls estaba en el grado de maduración al que había llegado Jordan, a diferencia de su primeros años en la liga, en los que había destacado igual o más a nivel individual, pero que había sido superado por equipos más compactos y con grandes figuras también. Jordan había aprendido a confiar en el equipo, y es que no era para menos teniendo dos escuderos como Pippen y Kukoc, un base poco convencional pero tremendamente útil como Ron Harper, el inigualable Dennis Rodman y su trabajo debajo de los aros  y la muñeca infalible de Steve Kerr en los momentos claves. Todos esos elementos, dirigidos desde la banca por el gran Phil Jackson, nos dejaron un equipo irrepetible que rompió esquemas; prescindir de la figura de un base puro y la aparición del “triángulo ofensivo” (ideado por el asistente de Jackson, Tex Winters). Casi cualquier jugador podía subir el balón y no había posiciones estáticas, sinó una contínua rotación. Un sistema novedoso y que tuvo su cumbre durante esa temporada con un encaje de piezas inmejorable si no hubiera sido por la figura de un pivot discreto como Luc Longley. En los últimos años hemos visto algunos equipos que también han juntado 3 grandes estrellas en su equipo, pero claro, si uno de esos es Jordan la comparación ya es casi imposible. El jugador más grande que ha dado este deporte, rodeado de un gran equipo es demasiado para situar otro equipo por delante de este.

Quizá el rival en las finales, los Sonics de Kemp y Payton, no tenían el glamour de unos Lakers o los Jazz de Malone y Stockton que caerían al año siguiente, pero era un contrincante duro, joven y con varios jugadores en el zénit de su carrera. Pero ya no por quedar campeones o todos sus récords (no olvidemos que consiguieron poner a tres de sus jugadores en el quinteto defensivo) esos Bulls són lo más parecido a la perfección que hayamos podido ver en una cancha de basket.  Espectáculo, eficacia, táctica, talento, competitividad, garra y magia. Quién da más?!

Lakers de Johnson. La opinión de Txomin

Podríamos elegir entre muchos otros equipos, además del comentado por mi estimado compañero. Evidentemente los más ingenuos que descarten a los Harlem Globetrotters, que no son un equipo de baloncesto americano, más bien el Cirque du Soleil de este deporte. Así pues he elegido defender a Los Angeles Lakers de Magic Johnson, que revolucionaron este deporte durante los años80. A pesar de ello, mis reverencias más sentidas a Larry Bird y sus Celtics, o al mítico Chamberlain, que merecen estar en este debate sin lugar a dudas…

El motivo que me ha empujado ha defender a este equipo como el mejor de la historia se basa en la misma lógica por la que defiendo el Barça en el fútbol; no se trata solamente de llenarse las manos de anillos, sino de marcar un “antes” y un “después” en la historia del deporte. Este equipo reunió a un base llamado Earvin Johnson y a un pívot, Kareem Abdul-Jabbar, que iniciaron el espectacular juego del “Showtime”. Para resumir esta revolución, consiguieron que un equipo perdedor, pues arrastraban unas malas temporadas (no es fácil recuperar a un equipo de la retirada de Chamberlain), no solo pasase a una dinámica positiva, sino que además con el mejor juego que la NBA ha visto en mucho tiempo. Concretamente sus contraataques coparon durante tiempo el “Top3” de las jugadas destacadas que hoy vemos por televisión. Johnson, gracias a su movilidad y a su velocidad se mereció el mote de “Magic”, pues así es como todos le conocemos. Esa manera de jugar y de ver el baloncesto de manera distinta, a parte de hacer triples-dobles como churros (hay jugadores All-Star que no harán uno en su vida), no le fue suficiente: llegamos a las finales del 80 contra Philadelphia; este recién llegado, ¡un base novato! frente al equipo del Dr Erving asumió, por la baja por lesión de Kareem, el papel de ¡pivot! en un decisivo partido (que no hablamos de un partido de la temporada regular, que eran las finales…). Solo los dioses podían tomar estas decisiones, y como tal se erigió MVP. Hay hechos que marcan la historia, y ese fue uno de ellos.

Pero todo héroe necesita su villano… Y “Magic” no merecía menos honor. Si Nadal tiene a su Federer, si Messi tiene a su Cristiano… la única manera de permanecer en el Olimpo es marcando una época con un gran rival… Y allí estaban los Bad Boys de Larry Bird. Los polos opuestos: el blanco contra el negro (que nadie me malinterprete), el risueño contra el serio, el equipo divertido contra la táctica llevada a la perfección… Por si era poco cada uno estaba en su Conferencia, y esa autopista solo tenía un camino: La Final de la NBA. Allí firmaron tablas, así que en este capítulo cada uno tiene derecho a su héroe. A mí, en este caso, me gusta mirarme al espejo del mayor espectáculo del mundo y ese anillo lo ganaron sin duda Los Lakers.

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1 Comment

  1. JaumeB dice:

    Y además 32 vs 23 Capicua

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